Contamos con una selección de masillas pensadas para cubrir grietas, rellenar huecos o solucionar desperfectos en la superficie de las paredes. Un gran aliado cuando queremos reparar una superficie que necesita ser pintada o que tiene desperfectos que afectan a su estado, sobre todo, estético.
Qué es la masilla de pared
La masilla de pared es un producto que nos permite reparar imperfecciones y problemas, como orificios o grietas que necesitamos ocultar de su aspecto.
En especial, resulta de gran interés en la reparación de paredes que necesitan ser pintadas. La durabilidad se puede ver afectado por los desperfectos y la masilla nos permite recuperar su estado original.
Cómo aplicar la masilla
Primero de todo, es importante elegir la masilla que más se adapte a nuestras necesidades. Es decir, si solo necesitamos alisar una parte de nuestra superficie o tenemos que ir más allá, rellenando grietas o agujeros.
La masilla al uso ya viene preparada y podemos aplicarla directamente, sin ensuciar ni preocuparnos para juntar la masa. Con una espátula, podemos lograr un acabado muy profesional y económico, que no nos va a quitar mucho tiempo de trabajo.
Uso de la masilla para techo
Pensada especialmente para la reparación de superficies, desde reparar grietas, a cubrir agujeros o el gotelé. Con el plaste de masilla en pasta, necesitaremos una espátula de emplastecer que nos permita alisar y cubrir la superficie con un acabado fino.
Es importante que dejes secar la masilla al menos 12 horas y después pases a limpiar la superficie para dejar un buen aspecto estético. Lija el sobrante, ya sea de forma manual o eléctrico. Lo importante es que rellenes bien las zonas que necesiten masilla, ya sea con una espátula u herramienta que te permita rellenar la zona y dejarlo lo más lisa posible.